El domingo 22 de enero de 2012, Su Eminencia el cardenal Stanisław Ryłko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, presidió en la catedral de la ciudad de Córdoba, en España, la Eucaristía inaugural del “cursillo” número 1.000 la eucaristía organizado en aquella diócesis por el Movimiento de Cursillos de Cristiandad. En la santa misa concelebraron el obispo de Córdoba, S.E. Mons. Demetrio Fernández, el arzobispo de Sevilla, S.E. Mons. Juan José Asenjo, el obispo de Asidonia-Jerez, S.E. Mons. José Mazuelo, el obispo de Segovia, S.E. Mons. Ángel Rubio y el nuncio apostólico en España, S.E. Mons. Renzo Fratini.
El cardenal Ryłko recordó, ante más de dos mil participantes, que el mundo actual necesita cristianos santos y que las asociaciones y movimientos laicales tienen que ser misioneros y evangelizadores, pero también verdaderas escuelas de comunión.
Les proponemos el texto integral de la homilía del cardenal Ryłko