El domingo 25 de mayo de 2014, el cardenal Stanisław Ryłko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, presidió una liturgia eucarística en la catedral de Múnich, Alemania, con ocasión del 46º aniversario del nacimiento de la Comunidad de Sant’Egidio.

Durante su homilía, el Card. Ryłko dijo que “uno de los grandes signos de esperanza en la vida de la Iglesia de nuestros tiempos es el florecimiento de tantos movimientos eclesiales y nuevas comunidades, entre los que la Comunidad de Sant’Egidio ocupa un lugar particular”.

En la celebración estuvieron presentes, además de los representantes de Sant’Egidio de Alemania y Austria, también muchos pobres asistidos por la Comunidad. Ante ellos, el Card. Ryłko recordó que “cada día todos estamos llamados a convertirnos en una «caricia de Dios» para quienes quizás han olvidado las primeras caricias, o que quizás jamás en la vida han recibido una caricia…” (Francisco a los socios del Círculo de San Pedro, 31 de octubre de 2013). Precisamente la Comunidad de Sant’Egidio, desde su nacimiento, está fuertemente comprometida en construir “una cultura del encuentro”, cuyos pilares son la escucha de la palabra de Dios y las voces de los pobres.

El Card. Ryłko se detuvo en la invitación que el Papa Francisco dirigió a los cristianos a no ser víctima de la autorreferencia y a vivir en la alegría. Al respecto, subrayó que “la fuente de la alegría profunda está en el encuentro personal con Cristo… Esto lo podemos constatar en la Comunidad de Sant’Egidio, donde el estar con Jesús y a la escucha de su Palabra es el punto de partida de cada iniciativa o actividad, es la fuerza para ir al encuentro de los demás. ¡Todo tiene su inicio aquí! Desde sus orígenes, la Comunidad de Sant’Egidio ha optado por dar el primado a la oración”.

Publicamos el texto de la homilía del Card. Ryłko en italiano y alemàn

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