Río de Janeiro, 24 de julio de 2013
Fue la primera jornada llena de ritmo, tanto para el Santo Padre como para los jóvenes, aquí en Río de Janeiro. Mientras el papa Francisco se dirigía al santuario nacional de Aparecida, dedicado a Nuestra Señora de la Concepción, se realizaban en centenares de lugares de toda la ciudad las catequesis en las diferentes lenguas de los participantes, momento de encuentro entre los jóvenes y sus obispos, compañeros de viaje “especiales”.
“Mantener la esperanza” ha sido la invitación del Santo Padre durante la homilía en Aparecida: “Cuántas dificultades hay en la vida de cada uno, en nuestra gente, nuestras comunidades. Pero, por más grandes que parezcan, Dios nunca deja que nos hundamos. Ante el desaliento que podría haber en la vida, en quien trabaja en la evangelización o en aquellos que se esfuerzan por vivir la fe como padres y madres de familia, quisiera decirles con fuerza: Tengan siempre en el corazón esta certeza: Dios camina a su lado, en ningún momento los abandona. Nunca perdamos la esperanza”.
En Aparecida, el papa Francisco encomendó a María la Jornada Mundial de la Juventud: “Quédate aquí, acoge siempre a tus hijos […]. Pero ven también con nosotros, quédate siempre a nuestro lado […] sobre todo cuando la Cruz pesa de más”.
Mientras en la tarde tenían lugar las manifestaciones culturales y espirituales organizadas por los mismos jóvenes, el Festival de la Juventud: mucha oración, vigilias, reflexiones, centenares de modos para encontrarse en las lenguas más variadas, el papa Francisco regresaba a Río de Janeiro, al Hospital de San Francisco, gestionado por los Franciscanos, refugio para pobres y tóxico dependientes.
“Tendamos la mano a quien se encuentra en dificultad, al que ha caído en el abismo de la dependencia, tal vez sin saber cómo, y decirle: Puedes levantarte, puedes remontar; te costará, pero puedes conseguirlo si de verdad lo quieres”, estas son las palabras del Santo Padre durante su visita. Dirigiéndose a los presentes, personal sanitario y huéspedes en tratamiento de desintoxicación, añadió: “Queridos amigos, yo diría a cada uno de ustedes, pero especialmente a tantos otros que no han tenido el valor de emprender el mismo camino: Tú eres el protagonista de la subida, ésta es la condición indispensable. Encontrarás la mano tendida de quien te quiere ayudar, pero nadie puede subir por ti”.
Desde aquí, el papa Francisco se dirigió, en conexión directa, a los jóvenes italianos y a los jóvenes brasileños de origen italiana, que están haciendo una fiesta en común en el estadio de Maracanazinho: “Tened confianza en Cristo, escuchadle, seguid sus huellas, él no os abandonará jamás […]. Mañana en Copacabana tendremos la ocasión de profundizar esta verdad que ilumina la vida”.
La playa de Copacabana, de hecho, vivirá mañana por la tarde una nueva e importante etapa de esta JMJ: la acogida de los jóvenes al papa Francisco.
Santa misa en la Basílica del santuario de Nuestra Señora de Aparecida
Visita al Hospital San Francisco de Asís de la Providencia - V.O.T
