Bicicletas que mueven el mundo. Existen muchas organizaciones sin animo de lucro que facilitan y promueven el uso de la bicicleta a personas que residen en paises en desarrollo y necesitan moverse para llegar al trabajo o a la escuela. Hoy quisieramos traer este ejemplo de como se puede ayudar a otras personas a través del deporte.
El articulo fue publicado originalmente en la pagina de la Agencia del Banco Mundial en febrero de 2015, escrito por Leszek J. Sibilski*. Leszek Sibilski colabora con la seccion Iglesia y Deporte en la promocion del deporte como medio para el desarrollo de los pueblos.
"He visto algunos de los mejores rendimientos de bicicletas en el mundo, pero creo que la bicicleta más poderosa es aquella en manos de una niña que lucha por su educación, o la de una madre que lucha por alimentar a su familia".
- F.K. Day, fundador de World Bicycle Relief
El maillot arco iris, el Giro de Italia, el Tour de Francia, o la Vuelta a España es lo que se nos viene a la mente cuando pensamos en el ciclismo. Sin embargo, el ciclismo de élite es sólo una pequeña parte de una rueda mucho más grande.
Según algunas estimaciones, ya hay más de dos billones de bicicletas en circulación en todo el mundo. Para el año 2050 ese número podría alcanzar los 5 billones. Más del 50 por ciento de la población sabe cómo montar en bicicleta. En China, el 37,2 por ciento de la población utiliza bicicletas. En Bélgica y Suiza, el 48 por ciento de la población las usa. En Japón, la cifra es del 57 por ciento, y en Finlandia del 60 por ciento. Holanda ostenta el récord de ser la nación con más bicicletas por habitante. También abundan los ciclistas en Noruega, Suecia, Alemania y Dinamarca. La capital danesa, Copenhague, es considerada como la mejor ciudad del mundo para los amantes de la bicicleta. Es conocida como la "Ciudad de los ciclistas", donde el 52 por ciento de la población utiliza una bicicleta para los desplazamientos diarios. Los ciclistas suelen gozar de mejor salud que aquellos viajeros que conducen vehículos de motor para ir a trabajar. Además tampoco se ven afectados por las decisiones de la OPEP sobre la producción de petróleo crudo o el precio del barril.
Debido al tamaño de la población de China, y la necesidad de transporte en bicicleta, las estadísticas sobre el programa Bikeshare del país son asombrosas. En una base de datos mantenida por Russell Neddin y Paul DeMaio, más de 400 mil bicicletas Bikeshare se utilizan en decenas de ciudades en la China continental, la mayoría de las cuales han estado en circulación desde 2012. Se estima que hay 822.000 bicicletas Bikeshare en funcionamiento en todo el mundo. China, por lo tanto, tiene más bicicletas Bikeshare que todos los demás países juntos. El país con el siguiente mayor número de bicicletas es Francia, con tan sólo 45.000.
Durante muchos años, el mundo ha producido más de 100 millones de bicicletas al año. En comparación, la producción de automóviles oscila en torno a los 60 millones de unidades al año. Las bicicletas se utilizan cada día en todos los continentes habitados, en las naciones más ricas, así como en los países en desarrollo y los países menos adelantados. Esto tiene sentido ya que a menudo desplazarse en bicicleta es la forma más rápida, flexible y fiable para moverse por la ciudad.
Sólo en Europa, 655.000 personas son directamente empleadas en el la producción de bicicletas, los servicios, el turismo y demás facetas de la industria-más trabajos que en el sector minero y extractivo y casi el doble que en la industria del acero. La Federación Europea de Ciclistas tiene un mensaje muy sencillo para gobiernos y autoridades locales: "Usted sabe que la inversión en ciclismo está justificada por los presupuestos de transporte, cambio climático, y salud. Ahora podemos mostrar claramente que cada carril bici que se construya y cada nuevo ciclista están contribuyendo al crecimiento del empleo. Invertir en la bicicleta como modo de transporte proporciona un mejor retorno que casi cualquier otra opción de transporte. Esta debería ser su primera opción en cada ocasión”.
Según la Confederación Europea de Sindicatos, la industria de la bicicleta es otro ejemplo de la forma en que, con la inversión adecuada, una transformación hacia una economía verde y baja en carbono puede crear puestos de trabajo. Así el crecimiento en la industria del ciclismo debería tener un mayor potencial de creación de empleo que, por ejemplo, la industria automotriz, que emplea a tres veces menos personas por cada millón de euros de facturación.
La industria de la bicicleta no sólo proporciona beneficios económicos, sino que además el cambio de los coches a las bicicletas ayuda a reducir los atascos, la contaminación del aire y las emisiones de CO2, y mejora la salud de sus usuarios. El valor de la contribución del uso de la bicicleta en Europa ha sido estimado entre 143 y 155 billones de euros anuales, el 80 por ciento del cual proviene de la reducción de la mortalidad por sí sola. Una investigación danesa desveló que el riesgo de fallecimiento en ciclistas es casi un 40 por ciento menor que en aquellos usuarios que no utilizan la bicicleta, incluso teniendo en cuenta el transporte de ocio y demás actividades físicas (Andersen et al, 2000).
¿Deberíamos prestar atención a la enorme popularidad del ciclismo y la prevalencia de las bicicletas aquellos que trabajamos en el mundo del desarrollo? ¿Acaso la posesión de bicicletas ofrece un potencial para mejorar la vida de las personas necesitadas? A continuación se muestra un ejemplo que pudiera ser de interés para la comunidad del Grupo del Banco Mundial a la luz de esas preguntas.
World Bicycle Relief (WBR) es una organización sin fines de lucro cuyo lema es "Movilizar a la gente a través del Poder de las bicicletas." Desde 2005, WBR ha distribuido más de 200 mil bicicletas especialmente diseñadas y ensambladas localmente entre estudiantes, trabajadores del campo de la salud y empresarios por todo África, América del Sur y el Sudeste de Asia. También han formado a más de 1.000 candidatos locales como mecánicos con el fin de asegurarse que los propietarios de las bicicletas tengan acceso a un mantenimiento de calidad.
Según la WBR, los niños y adultos con bicicletas consiguen reducir sus desplazamientos hasta en un 75 por ciento, en comparación con ir a pie. Como resultado, tienen más tiempo para estudiar, son más productivos, y experimentan menos fatiga. Con una bicicleta, los empresarios pueden viajar hasta cuatro veces más lejos, transportar más mercancías (su capacidad de carga se ve incrementada cinco veces), y sus ganancias pueden llegar a aumentar hasta un 50 por ciento. En las escuelas a cuyos estudiantes se proporcionaron bicicletas, las tasas de asistencia aumentaron un promedio del 27 por ciento y el rendimiento académico mejoró hasta un 59 por ciento. Los trabajadores del campo de la salud con bicicletas también conseguieron visitar a más del doble de pacientes por día.
En Sudáfrica, donde hay 16 millones de niños en edad escolar, 12 millones se desplazan a pie a la escuela. De éstos, 500.000 andan más de una hora a pie en cada sentido, pasando dos o más horas para llegar a la escuela cada día. Sin lugar a dudas, dar bicicletas a estos niños tendría un impacto positivo.
Y los líderes mundiales están tomando nota. Justo la semana pasada, en uno de los encuentros más exclusivos del mundo, se lanzó un reto: Llevar la barrera de la distancia a la vanguardia del desarrollo mundial, presentando la bicicleta como una solución. World Bicycle Relief, junto con UBS, la Fundación UBS Optimus y el Foro Económico Mundial, acogieron el Desafío de Davos: una Marcha por la Educación. Los líderes políticos y de la industria asumieron el reto de caminar la distancia que un niño cualquiera camina cada día para ir a la escuela en zonas rurales de Sudáfrica. Por cada seis kilometros recorridos UBS y UBS Optimus Foundation acordaron donar una bicicleta a través de World Bicycle Relief a un joven estudiante en Sudáfrica. Los líderes mundiales anduvieron 15.000 kilómetros y, como resultado, WBR distribuirá más de 2.500 bicicletas. Sin lugar a dudas, el impacto para estos estudiantes, sus familias y la comunidad que les rodea será poderoso y duradero.
Cuando se preguntó a los habitantes de Copenhague por qué eligen montar en sus bicicletas en vez de viajar en coche o en transporte público, éstos simplemente respondieron "Porque es la manera más rápida de moverse por la ciudad." La bicicleta posee un carácter económico, cómodo, fácil y sostenible de movilidad- tanto para los ricos como para los pobres. Sigue siendo una forma importante de transporte en muchos países y ciudades de países emergentes y podría seguir siéndolo si se fomentara su uso como alternativa al coche. Andar y montar en bicicleta representan hasta el 90 por ciento de los desplazamientos en estas ciudades. Sin embargo, las instalaciones para estos medios de transporte constituyen "menos de un uno por ciento de los gastos de los proyectos en el sector del transporte en el Grupo del Banco Mundial (Gakenheimer y Dimitriou, 2011, p 205).
Los problemas relacionados con los atascos en las ciudades del mundo emergente siguen creciendo y lo continuarán haciendo más rápido que un nivel parejo de inversión en nuevas carreteras. Se prevé que la flota de vehículos de motor de la India pase de los 73 millones en 2005 a los 364 millones en 2025 (Gakenheimer y Dimitriou, 2011, p 207). La inversión en instalaciones para la bicicleta como una alternativa limpia y saludable a los coches y las motos ayudará a reducir los atascos y la contaminación. También proporcionará acceso a transporte barato en aquellos países donde hasta una cuarta parte de los ingresos de una persona se destinan a la movilidad.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluyen el transporte sostenible, aunque actualmente la atención se centra en el transporte público. Con una estudiada inversión – contando con la inclusión de bicicletas en todo proyecto relevante de transporte- se podrán mantener y fomentar los altos niveles de uso de la bicicleta en el mundo en desarrollo. Esto ofrece un gran potencial para el ahorro de costes y la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. El Grupo del Banco Mundial ya ha recomendado el desarrollo de una mejor infraestructura para los ciclistas, a pesar de que muchos sistemas siguen centrándose únicamente en el aumento del transporte motorizado y público, que quedan más allá de las capacidades financieras de los más pobres.
¿Bicicletas para todos? Ciertamente es una idea que merece la pena considerar. Según Tim Blumenthal de People for Bikes "Cuando la gente monta en bicicleta suceden grandes cosas" ¿No estás de acuerdo?
¿Por qué en el Grupo del Banco Mundial no empezamos a buscar una manera de ayudar a la gente a salir de la extrema pobreza y alcanzar una prosperidad compartida... sobre dos ruedas?
*Leszek Jan Sibilski es consultor del Departamento de Relaciones Externas y Corporativas del Banco Mundial (ECRGE), como miembro del programa Connect4Climate. Ha sido miembro del Equipo Olimpico Polaco como ciclista. Tiene una vasta experiencia en investigacion, desarrollo internacional y educacion a nivel academico. Tiene un master en Educacion y Ciencias del Deporte por la Academia de Educacion Fisica en Poznan, Polonia y un Ph.D., en Inclusion social y movimientos sociales por la Universidad de Jagiellonian en Cracovia, Polonia.