Alcohol y deporte: mezcla peligrosa

photo by Ingmar Zahorsky

De un tiempo a esta parte, festejar los triunfos deportivos con alcohol se ha convertido en algo recurrente. Jugadores, torneos, campeonatos deportivos nacionales e internacionales de cualquier tipo recurren a él de manera bastante llamativa. Por poner dos ejemplos que reflejan esta situación: la celebración del título de la Copa de Alemania del Bayern München y la celebración de la Liga española del FC Barcelona. ¿Dónde queda la imagen del deporte como ejemplo de vida?

Especial repercusión tuvo también la celebración de la Eurocopa de fútbol en España, el pasado verano. Por aquellas fechas, Ignacio Calderón, máximo representante en la lucha contra la drogadicción en España fue especialmente crítico con la actitud general en los actos de celebración: “Me parece triste e inconsciente” y, refiriéndose a los futbolistas dijo que, “La celebración que hubo a mí me chocó y no me gustó. Me parece preocupante que nadie se lo diga a los jugadores"; y razón no le faltaba.

Por otro lado, también tenemos ejemplos de lucha contra esta generalización en el uso y abuso del alcohol: El Comité Olímpico Belga, durante los JJOO de Londes 2012, expulsó a Gijs van Hoecke, ciclista participante en las pruebas de “Omnium” y “Persecución por equipos”, como consecuencia de unas fotos en las que aparecía en un estado de completa embriaguez. Otro caso es el de la delegación rusa, que después de los sucesos de los Juegos Olímpicos de invierno de Vancouver en 2010, decidió prohibir a los deportistas rusos y al conjunto de la delegación oficial durante los Juegos Olímpicos de Londres, la ingesta de alcohol. “Los valores olímpicos no son compatibles con el alcohol”, declaró el portavoz ruso.

El alcoholismo es un drama, y un problema muy serio y difícil de erradicar. No solo afecta física y psicológicamente a la persona, sino que tiene una repercusión en quienes están alrededor. Quien practica deporte de manera profesional (y también amateur), debería tener en cuenta la máxima de “deporte es salud”. Su responsabilidad, va más allá del respeto a sí mismos; son personas que despiertan admiración y muchos de ellos son modelos a seguir para los jóvenes adolescentes que -en el período de inestabilidad en que viven- en cada gesto, en cada acción, ven la pauta a seguir en su comportamiento. Esa capacidad de influencia que tienen los deportistas, ¿no debería incluir también enseñanzas sobre el lugar que le corresponde al alcohol?

Según la OMS, el consumo nocivo de bebidas alcohólicas provoca cada año 2,5 millones de muertes y unos 320.000 jóvenes de entre 15 y 29 años de edad mueren cada año por causas relacionadas con el consumo de alcohol, lo que representa un 9% de las muertes en ese grupo de edad.

No se trata de demonizar cualquier tipo de bebida alcohólica que, en el caso del vino por ejemplo, dos vasos al día en el caso de los hombres y uno en las mujeres, tiene importantes beneficios sobre la salud cardiovascular. Pero por desgracia, son pocos los casos en que estas recomendaciones se cumplen y es donde el beneficio potencial de esta bebida se transforma en un factor negativo que no sólo perjudica la salud, sino que frena otros hábitos que ofrece grandes bondades al organismo como es la práctica deportiva.

En definitiva, el deportista (sobre todo el mediático) debe tomar consciencia clara de la repercusión que genera su manera de actuar, sus palabras, su actitud en la vida y de la enorme influencia (cada vez mayor)que genera en un mundo globalizado.  

© Copyright 2011-2015  Consejo Pontificio para los Laicos | Mapa de la web | Links | Contactos

X

Desde el 1 de Septiembre de 2016,
el Consejo Pontificio para los Laicos
ha cesado sus actividades,
y sus responsabilidades y funciones fueron asumidas por el nuevo
Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

 
www.laityfamilylife.va

 

TODO EL MATERIAL PUBLICADO HASTA EL 1 DE SEPTIEMBRE

SEGUIRÁ ESTANDO DISPONIBLE EN ESTA PÁGINA

AUNQUE YA NO SERÁ ACTUALIZADA.