El 2 de mayo, el día antes de la final de la Copa de Italia, los equipos de futbol del Nápoles y de la Fiorentina fueron recibidos por el Santo Padre. Asistieron a la audiencia también los líderes de la Federación Italiana de Fútbol y los representantes de la Liga de Futbol Italiana.

Dos de los aspectos más importantes sobre los cuales el Papa Francisco quiso centrar la atención fueron la visión del fútbol como un hecho social que "requiere de una responsabilidad social por parte de los jugadores y directivos"; y el factor económico que pueda contaminar el deporte.

Como ya les dijo a los jugadores de las selecciones nacionales de Italia y Argentina el 13 de agosto del año pasado, el Papa alentó a los jugadores a ser verdaderamente deportistas: "Vosotros sois el centro de atención y muchos de vuestros admiradores son los jóvenes y los niños; Tened esto en mente, pensad que vuestro comportamiento tiene una resonancia, para bien y para mal. Sed siempre verdaderos deportistas".

Además, explicó el Papa, "hoy en día también el fútbol es como un gran negocio: la publicidad, la televisión, y así sucesivamente. Pero el factor económico no debe prevalecer sobre el deporte, pues amenaza con contaminar todo, tanto a nivel internacional como a nivel nacional y local" .

El Papa también habló de cuando era un niño en el escenario : "Cuando era niño fui varias veces al estadio y tengo buenos recuerdos. Fui solo y con mi familia. Guardo bonitos recuerdos de alegría, el domingo, junto con mi familia. Espero que el fútbol y cualquier otro deporte muy popular recuperar el tamaño de la fiesta".

Rafa Benítez, entrenador del Nápoles, describió las emociones de la visita del pasado 2 de mayo con el Papa Francisco: "He de decir que era la primera vez que acudía al Vaticano y el encuentro ha sido tan emotivo como inolvidable. Se ve que el Papa Francisco es una persona muy cercana a la gente por las cosas que nos ha dicho sobre el fútbol. Y tiene toda la razón: nosotros, protagonistas en el campo, debemos ser un ejemplo para todos".

Texto completo del discurso del Santo Padre.