Los lazos entre la Iglesia Católica y el mundo olímpico están estrechamente unidos desde la creación de los Juegos Olímpicos modernos, en especial a través del contacto directo de su fundador, el Barón Pierre de Coubertin y el Papa San Pío X, a principios de siglo XX. El Papa ya sabía del poder social y formador del deporte para toda la sociedad, y en particular con los jóvenes.

Desde entonces, los Papas han tratado de estrechar las relaciones con el mundo del deporte, porque eran conscientes de que los valores olímpicos eran asimilables a las enseñanzas de Cristo en los Evangelios. Estos valores están relacionados principalmente con el respeto mutuo, el cuidado al cuerpo que es templo del Espíritu Santo y el impulso de la paz entre los pueblos.

Desde entonces, surgieron numerosas iniciativas de la Iglesia Católica en todo el mundo relacionadas con el deporte. Una de las más significativas fue la orientación religiosa que se proporciona a los atletas en las villas olímpicas, en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, ésta atención pastoral se han extendido más allá de los Juegos y las áreas de competición olímpicas, abarcando un área cada vez mayor dentro de las ciudades-sede de los Juegos.

En el caso de Londres 2012, surgió la idea de ampliar este trabajo a través de un proyecto llamado "100 días de Paz" o "Tregua olímpica", con el propósito de llevar a cabo, y de manera coordinada actividades socio-deportivas tanto a los deportistas como al resto de la población llevando los valores olímpicos más allá de los límites de la Villa olímpica.

Tregua Olímpica y los Juegos de la Era Moderna

El concepto de la Tregua Olímpica fue creado en el siglo VIII a.C., con el objetivo de establecer la paz en la antigua Grecia, donde se realizaba una competición deportiva amistosa cada cuatro años para romper así el ciclo de los conflictos bélicos. Así se crearon los primeros Juegos Olímpicos en el año 776 a.C..

La tradición de la tregua olímpica se mantuvo simbólicamente en los Juegos de la Era moderna, nacidos e ideados por el empeño del Barón de Coubertin hace poco más de 100 años. Teniendo en cuenta el contexto general en el que se insertan el deporte y los Juegos Olímpicos, el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió revivir el antiguo concepto de la Tregua Olímpica con el objetivo de proteger los intereses de los atletas y el deporte en general y fomentar la búsqueda de la paz y soluciones diplomáticas a los conflictos en el mundo.

Sin embargo, esta tradición se ha roto varias veces en los últimos años, debido a las dos guerras mundiales, varios boicots y dos ataques terroristas. Aun así, la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 1993 estableció la tregua olímpica, o los 100 días de paz para todas las ediciones de verano y los Juegos Olímpicos de Invierno.

En 2012, la XXX edición de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de verano se surgieron varias iniciativas en un intento de vivir la tregua de los antiguos griegos como una realidad de los tiempos modernos. Las diócesis de Westminster, Southwark y Brentwood realizaron una serie de acciones para que los católicos se implicaran con el fin de desarrollar una respuesta de paz para los Juegos.

Por otro lado se animó a las escuelas a organizar eventos y actividades sobre el tema de la paz a partir del 8 de junio, 50 días antes de la Ceremonia de Apertura de los Juegos. También las parroquias contribuyeron con unas jornadas de reflexión sobre los resultados obtenidos después de la ceremonia de clausura de los Juegos Paralímpicos.

Otra de las iniciativas fue una campaña para ofrecer hospitalidad y recibir a amigos y familiares de los atletas de las naciones más pobres durante los Juegos a través del Programa “Athlete Family Homestay”. Esta campaña también ha sido adoptada por la organización “More tan Gold”, un grupo ecuménico de la que la Iglesia Católica es parte, y que implica la apertura de las casas de los ciudadanos de la ciudad sede durante ocho noches para alojar a personas con menos recursos y que vienen a apoyar a sus familiares en las competiciones olímpicas.

El turno de Brasil

En verano de 2016 los Juegos Olímpicos y Paralímpicos se llevará a cabo en Brasil, en la ciudad de Río de Janeiro, una de las ciudades más bellas del mundo. El país vive momentos únicos en su historia de gran impacto en todo el mundo. Éste y otros importantes eventos que se han celebrado y se celebrarán hasta 2016 deberían transformar la imagen de Brasil en el mundo entero. Pero más importante que eso, pueden llegar a transformar la vida del pueblo entero brasileño.

- 2013 - Jornada Mundial de la Juventud;
- 2013 - Copa FIFA Confederaciones;
- 2014 – Mundial de Fútbol;
- 2016 - Juegos Olímpicos y Paralímpicos de verano;

Los resultados obtenidos en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ Rio2013) superaron las expectativas, en palabras del Cardenal Arzobispo de Río de Janeiro  D. Orani Tempesta, Presidente del Comité Organizador Local de Rio 2013. El momento álgido fue la Vigilia de oración y la Misa de Envío con el Papa Francisco a la que asistieron 3,7 millones de personas. El impacto económico fue significativo. Los visitantes gastaron R$1,8 billones de reales, según cifras del Ministerio de Turismo. Entraron en el País 427.000 personas, de 175 países distintos. Los peregrinos inscritos con alojamiento eran alrededor de 180.000, mientras que la oferta de plazas de alojamiento en casas de familia y las instituciones alcanzaron 356.400. "Hemos visto la obra de Dios. Dios obró en medio de nosotros. Dios nos sorprendió. Fue mucho más allá de lo que habíamos planeado. Hemos visto en la historia como Dios ha actuado. No hay otra explicación", dijo Cardenal Orani Tempesta.

El proyecto 100 días de paz

Siguiendo la línea del trabajo realizado durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el proyecto "100 días de paz" incluye diversas actividades a realizar antes, durante y después de los Juegos Olímpicos de 2016, con el fin de llegar a los jóvenes atletas y el público en general para unir los valores católicos a aquellos que el deporte nos ofrece, creando así un nuevo canal de evangelización.

En Londres, en 2012, fueron creados dos símbolos para acompañar a todas las ediciones de los Juegos Olímpicos, de los Juegos de ese año, la Cruz Olímpica y el Icono de la Paz. El artista londinense Jon Cornwall, diseñó y creó la Cruz utilizando 12 tipos diferentes de madera de los cinco continentes para representar a los 12 apóstoles. El Icono de la Paz en cambio, es el trabajo que Pax Christi Internacional realiza por la paz y la reconciliación en Oriente Medio. La paz de Cristo viene representada en el icono a través de varias historias bíblicas y de la vida de algunos santos.

Asumiendo esta iniciativa en la organización de este gran evento, la Pastoral de Deportes de la Arquidiócesis de San Sebastián de Rio de Janeiro tuvo que reestructurar y desarrollar un plan de trabajo para sus diversas actividades pastorales en la ciudad. La implementación de todas las acciones de la pastoral y el proyecto 100 días de paz se planificaron para permitir una unidad en sus resultados, que dejará un legado pastoral de grandes proporciones en Rio de Janeiro y en Brasil.

Siguiendo una planificación estructurada, las acciones que se deben realizar antes, durante y después de los Juegos Olímpicos de 2016 son:

   1. Antes de los Juegos Olímpicos de 2016:

- Reestructuración la Pastoral de Deportes de la Archidiócesis de Río de Janeiro;
- Presentación de la Cruz y el Icono Olímpico de la Paz durante la JMJ Río 2013, y la bendición del Papa Francisco a los símbolos, los atletas brasileños y las banderas de los JJ.OO.;
- Lanzamiento de la campaña "100 Days of Peace - Tregua Olímpica" en la vocación Feria Expo Católica de la JMJ Río 2013;
- Carrera por la Paz;
- Peregrinación de la Cruz y el Icono Olímpico de Paz en Río de Janeiro;
- Copa de la Paz: ceremonia interreligiosa en el estadio Maracaná, sede de la final de la Copa Mundial de Fútbol de 2014, y la distribución de los folletos socioeducativos a turistas de Brasil y del mundo en contra de la trata de personas;
- I Juegos Archidiocesanos de Rio de Janeiro;
- Conferencia Internacional 100 días de la de Paz;

   2.  Proyectos durante los Juegos Olímpicos Rio 2016:

- Joshua Camp: Jornada Mundial Olímpica de la Juventud;
- Amigos por el deporte: Campaña de alojamiento de familias de los atletas;
- Llama de la Paz: la Cruz y el Icono de la Paz acompañando a la antorcha olímpica;
- Jornada por la Paz: campañas de sensibilización en todo el Río de Janeiro: escuelas, rutas de senderismo, etc.;
- Festival de la Juventud: Música por la Paz;
- Cultura de Paz: Talleres para las Artes y la Cultura.

El proyecto “100 días de paz” aspira a convertirse en un hito en la historia de Brasil y del mundo del deporte en la medida en que dejamos un legado de integración socio-deportivo y religioso para el pueblo brasileño y para las futuras ediciones de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos porque, tal y como dijo el Papa Francisco en su mensaje especial para la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014, "el deporte no es sólo una forma de entretenimiento, sino, también, y sobre todo, una herramienta para comunicar valores, promover el bien de la persona humana y ayudar a construir una sociedad más pacífica y fraterna".

Ricardo Pantoja es Coordinador General de la Pastoral de Deporte de la Archidiócesis de San Sebastián de Rio de Janeiro.