“Mujer y varón, la totalidad del humanum”. El título expresa la idea de fondo del congreso: para realizar una auténtica promoción de la mujer, no es posible plantear la reflexión aislando lo femenino de la realidad humana, se debe entonces comprender lo femenino a partir de una antropología que recupere el valor de la persona y resalte la relacionalidad entre lo femenino y lo masculino, valorando las respectivas características específicas.
Jueves 7 de febrero
Toda la mañana y la primera conferencia de la tarde serán dedicadas a un excursus histórico sobre el rol de la mujer en la Iglesia
• La primera conferencia trazará un balance de los veinte años transcurridos después de la publicación de la Mulieris dignitatem.
• Se realizará una reflexión sobre la novedad constituida por la relación de Jesús de Nazaret con María y las mujeres en el Evangelio.
• Se buscará luego el vínculo y la continuidad entre el comportamiento de Cristo y el de la primera comunidad cristiana, que fiel al plan de salvación del Señor, no dudó en conferir a las mujeres un rol importante de responsabilidad eclesial, como recientemente ha notado Benedicto XVI.
• El Congreso dedicará un panel al tema “ Cristianismo y promoción de la mujer” a través de una investigación historiográfica que resaltará la importancia determinante en la historia de la acción de un gran número de mujeres mártires, santas, doctoras de la Iglesia, educadoras, fundadoras, mujeres que con sus vidas, ideales, enseñanzas, comportamientos y obras han dado un aporte fundamental a la Iglesia y al mundo entero.
En la segunda parte de la tarde, seguirá el análisis del aporte teológico y antropológico ofrecido por Juan Pablo II en la Mulieris dignitatem.
En la carta apostólica, el Santo Padre ha querido destacar con firmeza el significado de la “novedad evangélica” en la relación mujer-varón. Partiendo del fundamento bíblico de las cartas paulinas, Juan Pablo II invitaba a superar la lectura de la relación de la mujer con el marido en clave de subordinación, proponiendo a ambos la «sumisión recíproca en el temor de Cristo» (n. 24). A la luz de la Revelación cristiana, el Papa aspiraba a una visión antropológica de la “unidad de los dos”, de la igual dignidad del hombre y de la mujer en cuanto llamada a la reciprocidad, según la esencia misma de la naturaleza humana, que es al mismo tiempo masculina y femenina.
• Para concluir la tarde, se realizará una conferencia dedicada a los orígenes del Génesis en la creación y a la relación entre persona, naturaleza y cultura, tema importante que reaparecerá en los trabajos del día siguiente.
Viernes 8 de febrero
• La conferencia titulada: “Mujer y hombre: creados el uno para el otro”, tendrá por objetivo profundizar en las implicaciones de la relación mujer-hombre desde el punto de vista sociológico y psicológico.
• Con el Panel “Problemas y tendencias culturales contemporáneas” el Congreso se propone evidenciar la urgencia de poner en práctica las profundas intuiciones de Juan Pablo II recapituladas en la Mulieris dignitatem. De hecho, actualmente los nuevos paradigmas culturales tienden a anular las diferencias sexuales inscritas en la naturaleza humana hasta el punto de negar la propia estructura antropológica del hombre y de la mujer. Frente a esta situación de grave desorientación, la Iglesia reafirma el grande valor y la altísima dignidad del ser mujer.
En la tarde, se afrontará el tema de lo que es específicamente femenino
• Se reflexionará sobre la “Responsabilidad y participación de la mujer en la edificación de la Iglesia y la sociedad” y sobre “ El rol y la misión de la mujer”
Se buscará analizar la feminidad y la vocación de la mujer a realizar la propia misión en la Iglesia y en la sociedad partiendo de sus dos características fundamentales: por un lado su vocación a la maternidad, que no es sólo un dato biológico, sino que es una dimensión que atraviesa la psiqué y el espíritu. No se trata por lo tanto de una reflexión que reduce la maternidad a una perspectiva meramente naturalista, definida por la corporeidad de la mujer, más bien se trata de una comprensión del cuerpo como manifestación del espíritu. Por otro lado, se desea profundizar en modo particular sobre cómo la mujer deba participar en la edificación de la cultura en el ambiente de la familia, de la educación y en todas las dimensiones cruciales de la sociedad, tales como los medios de comunicación, la ciencia, el arte, la vida pública y la política. Las mujeres podrán realmente llevar a cabo su misión como laicas, estar presentes y ser responsables en la Iglesia y en el mundo, sólo a partir de su vocación a la maternidad y de su específico aporte a la cultura. Establecer estas dos coordenadas ayudará a evitar el riesgo de separar la naturaleza humana de la dimensión cultural, de modo que, lejos de todo antagonismo, las dos dimensiones puedan integrarse en la identidad femenina y masculina.
Sábado 9 de febrero
En la mañana Audiencia con el Santo Padre que compartirá con los participantes las reflexiones y orientaciones sobre el tema del Congreso.
En la tarde, los grupos de trabajo afrontarán “Cuestiones prioritarias con particular referencia a diversos contextos geográficos” desde los cuales se realizará una síntesis antes de las conclusiones.