Hace ya algunas semanas que las ciudades están engalanadas con elementos decorativos típicos de Navidad y con ellos los famosos anuncios de estas fechas. Anuncios que invitan a la solidaridad, al reencuentro familiar, a la generosidad con los demás, pero también al consumismo, al derroche, la gula, etc…
Y la empresa Sainsbury´s, la tercera cadena de supermercados del Reino Unido, ha querido hacer una oda a la película que se estrenó en 2005 titulada «Joyeux Noël». En ella cuenta la historia real de aquellos soldados franceses, ingleses y alemanes que pactan extraoficialmente una tregua durante el día de Navidad. Los hombres que permanecían atrincherados aquel día decidieron olvidar sus diferencias, enterrar juntos a los caídos, cantar villancicos, jugar al fútbol para distraerse y salvarse mutuamente de los ataques de artillería provenientes de los ejércitos a los que servían.
Este año, que conmemoramos el centenario del comienzo de la I Guerra Mundial (1914-1918), Sainsbury´s vuelve a llamar la atención sobre un hecho que marcó un hito en la guerra y en el deporte. Pero es que además no solo hace buenos anuncios sino que predica con el ejemplo, porque anunció que los beneficios de la famosa tableta de chocolate que aparece en él, serán destinados a obras de caridad. Quizás no es una cifra espectacular pero ojalá las empresas y agencias publicitarias hiciesen más hincapié en lo que realmente importa de esta vida. Por eso no me importa hacerles publicidad. Si, el objetivo es vender, pero se puede vender sin necesidad de recurrir a clichés baratos y a veces hasta soeces, y más aún en una época como la Navidad.
Fruto de esas horas de esparcimiento y relajación durante la guerra, surgió lo que hoy se conoce como la “Tregua de Navidad”. Ahora, en aquellos terrenos donde se libraron duras batallas como en Mesina, Belgica, se alzan proyectos para educar y fomentar en los más jóvenes la virtud de la paz, a través del deporte.
Esa tregua que no llega, se la pedimos a Dios con fuerza, porque aún deseamos que ocurra, por lo menos en la noche del 24 de diciembre como hizo Benedicto XV en aquel año. Que durante el día de Navidad cesen los conflictos, las guerras, que en las propias familias no haya motivo de pelea. El año pasado, con motivo de los Juegos Olímpicos Invernales, el presidente del COI hizo un llamamiento a esa tregua olímpica griega. Hoy, desde la sección Iglesia y Deporte queremos desear a todos una Feliz Navidad pidiendo una oración por tantos países, tantas regiones, tantas familias, tantas personas, que están en guerra consigo mismas o con otras personas.
